miércoles, 22 de octubre de 2014

Un diccionario inagotable.

UNA LOCURA.
Haberse pasado una vida leyendo al azar las oceánicas páginas del Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico.
Pero sólo Dios, Jorge de Burgos, El Inmortal, Bovard et Pécuchet o Funes El Memorioso, podrían un día eufóricos y con infinita tristeza gritar Ich habe gehendet, gehendet!: ¡He terminado!
Mientras tanto sigo festinando a mis ojos cuitados y mi cerebro con las páginas créticas, pluscuamperfectas, feéricas, históricocriptogénicas, que la fortuna y el cielo paroxístico de mi vida, pergeñan.
Ha de ser una muerte linda inclinarse finitamente, sobre la última consulta al Corominas. ¡Oh estrellas y días de mi sino, trabajen en mi alma para que así sea!

No hay comentarios:

Publicar un comentario