miércoles, 12 de marzo de 2014

Poesía excepcional de Ledo Ivo.

LEDO IVO.
Tres libros de poesía.
Escritor brasileño polígrafo: pero ante todo gran poeta. Es un acontecimiento que en España se traduzca su excepcional poesía en ediciones bilingüe-portugués brasileño y español-. Con una misteriosa capacidad para describir la belleza y el misterio de los entes del mundo-como Sabines y Pellicer-, tiene además unos vuelcos metafísicos existenciales trepidantes: cuando habla sobre la existencia humana, de los entusiasmos y las penas; pero no cae en la filosofía, sino como Pessoa, bordea la fascinación por el mundo y a la vez nos lo hace sentir impenetrable e incomprensible conceptualmente y sólo conquistable con los privilegios de nuestros sentidos. Un milagro de lenguaje; yo estoy de fiesta con sus poemas infinitos.
 (4 fotos)

La televisión ha muerto.

LA TELEVISIÓN YA HABÍA MUERTO.
Prendía la televisión y con un drink de Jack Daniels y un café, disfrutaba mi programa favorito. Hebdomadariamente, los sábados. Era para lo único que la utilizaba: para La Dichosa Palabra. Todo lo demás, twitter, Facebook, libros, cultura, documentales, fotos interesantes, intercambio epistolar, intimidad con mis amigos, conversaciones agradables, noticias instantáneas, acontecimientos cinematográficos musicales, literarios, cinematográficos, todo me lo da la Red: ella es mi esclava y es mi felicidad. Amo al delirio los libros impresos pero leo muchos, muchísimos en formato electrónico otros. Red mediante, compro objetos, me informo, y divierto; me da todo lo que necesito, casi el amor. Soy un Hakikomori mexicano como tantos. La televisión ha muerto, pero qué bueno: la mexicana es una basura infecta innecesaria, un verdadero atentado contra la cultura. No exagero: no hay nada original. (Los extraterrestres, antaño, nos visitaron buscando vida inteligente; al aterrizar, infortunadamente, lo primero, se toparon con la televisión mexicana y constataron: no iban a estar más en la tierra porque no había vida inteligente). Las series maravillosas que hoy por hoy pululan en el mundo, las puedo ver a la hora que quiera en la Red. Más bien, hoy me tengo que cuidar para no morir inundado de información, cultura, placer y amistades.
Prendo la televisión cuando voy a ver un filme, es todo.

martes, 11 de marzo de 2014

Situaciones complejas para las mujeres.Por Colette Soler


Esas raras mujeres nuevas

Aman a un hombre pero tienen sexo con otro; por otra parte, dudan y dudan –como siempre lo hicieron los varones obsesivos– acerca de cada decisión; buscan a padres que hoy no existen... pero quizá ya no los buscan más. He aquí algunos posibles “fenómenos nuevos” en la feminidad actual.

Por COLETTE SOLER

Evoco aquí lo que llamaré las mujeres en el papel de hombre. Diógenes, en su ironía, pretendía buscar a un hombre. Hoy, muchas mujeres buscan a un padre... para el hijo venidero. ¡Nuevas elecciones, nuevos tormentos, nuevas quejas! Las configuraciones son múltiples: busco a un padre, pero no soporto vivir con un hombre; busco a un padre pero los que encuentro no quieren tener hijos; busco a un padre pero no lo encuentro; lo quiero pero no lo imagino en el papel de padre. El paso siguiente consiste en darle la lección al padre sobre lo que debe ser un padre; reprocharse el padre elegido, o no perdonarse haberles dado tal padre a los hijos.

No se trata de cuestionar las libertades que condicionan la disyunción entre procreación y amor; tampoco se trata de desconocer la escasa libertad para escoger que el inconsciente deja realmente al sujeto. Pero podemos constatar que, de hecho, estas nuevas libertades ponen a las mujeres en una nueva posición que les permite, más que nunca, hacerse juez y medidoras del padre. Así se desarrolla un discurso de la responsabilidad materna potenciada, que va hasta superar la del padre. Ese discurso trasmite algo como una metáfora paterna invertida o, al menos, hace evidente la carencia paterna propia de nuestra civilización, en la medida en que instituye la mujer-madre en posición de sujeto supuesto saber del ser padre. Se percibe muy bien, además, que el “busco a un padre”, como el “busco a un hombre” de Diógenes, significa un “no lo hay”, al menos digno de mi exigencia

Bukowski.

EL FACTOR BUKOWSKI.
Escribí esto, después de la lectura del artículo de Fadanelli:
Juan Heladio:
"Con tanta apología a la forma de existir de Bukowski-su inigualable style-, me he dado cuenta que a los machos mexicanos, contraculturales, sórdidos, por lo demás, adolescentes de 40 años de edad, o más, por sobre su su literatura, les fascina ese, su estilo de vida. Bueno, ahora con el crack, el crocodile, la comida chatarra, y el licor tan industrializado no dura uno mucho por esos caminos. Fadanelli está haciendo una apología del desenfado y de la envidia manifiesta, del gran escritor, a su par Henry Miller. Bueno queda asentado: a Bukowski no le gustaba cómo escribía Miller, pero, es sólo cosa de gustos, no está uno obligado a gustar de esa, su cocina literaria. Ah, cómo extraño los momentos en los cuales se lee un cuento o un relato de Bukowski en el original o traducción y se pregunta uno, a sí mismo: ¿qué significa esto para mí?, más allá o más acá de la vida de este santo negativo.
Comprendiendo mal, a lo mejor, en el texto, dice Fadanelli, que ya no le gusta Bukowski; en cambio, y nos consta por sus ensayos, admira mucho más a otros escritores o inclusive a filósofos. Pero debido a su leyenda de bukowskiano, lo obligan a seguir haciendo hagiografías del santo bebedor y gran escritor. Bukowski este Cioran americano fue original, uno debería emularlo en eso, y crearse su propio style…no more heroes! Y… seguirlo leyéndolo, validándolo por su escritura"
http://www.eluniversalmas.com.mx/editoriales/2014/03/69142.php