martes, 13 de noviembre de 2012

La brevedad y el estilo.

   Tengo por norma algo que me enseñó Heidegger en Ser y Tiempo: que estamos-en-el-mundo con una tonalidad afectiva, percibimos, respiramos, vivimos, habitamos el mundo con un ensamblado de temperamento personalidad y carácter, es decir sentimos y pensamos al mismo tiempo.Y a cada uno el mundo le sabe y le asienta diferente.

    Desde niño prefería, aún sin ser conciente de ello, leer textos cortos,los párrafos breves, pues una página a renglón cerrado, y otra y otra más, me desesperaban y me perdía. Pero, no importaba que fuera una novela o un cuento: me asentaba mejor leerlos en párrafos breves y separados.


   Por lo tanto, y sobra decirlo, Arreola, Rulfo, Cioran en mi adolescencia fueron parte de mi Weltanschaaung = concepción del mundo, amable y ergonómicamente, por el estilo de escritura que poseían. De los filósofos, el estilo conciso de Heidegger, Nietzsche y Schopenhauer son mi admiración. Por supuesto que detesto el estilo de Derrida,tan impenetrable y afectado, a mi juicio innecesariamente, pues en las entrevistas es pasmosamente claro y breve.

   Ahora, a los sesenta años de mi edad,historiada por una incapacidad asombrosa para redactar párrafos largos, me percato que soy un hedonista de la lectura por la tipografía, el olor del papel, y el estilo del escritor, mis libros favoritos son los franceses de la Pléiade, si los han visto y tocado sabrán de qué les hablo.

   Quiero plasmar mi intimidad-- la privacidad no me interesa-- y mi mundo casi tan sólo para leerme a mí mismo y compartirlo con los que sienten lo mismo por los libros y la lectura. Así que este blog se despliega en un universo simbólico infinito como la escritura e ilimitado como la semiósfera. Son bienvenidos y cuéntenme sus intimidades al respecto.

 


4 comentarios:

  1. Gracias Juan Heladio siempre tan sabio, desde Toulouse Francia un gran abrazo, Isaac.

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  2. Cuánto celebro la inauguración de este espacio. Respecto a lo que dices creo que en la literatura, como en la vida, atrae quien no lo pretende o parece no pretenderlo. Coincido contigo en que el estilo y la afectación son incompatibles. La naturalidad y la espontaneidad, aun fingidas, se requieren. Escribir debería ser un hacer fácil lo difícil, no al revés. Y un reto para el escritor hacer breve y sencillo un complejo y profundo pensamiento. El obscurantismo lo justifico cuando es estímulo para el lector, la plasmación de una imaginación obscura, belleza... Un abrazo desde Sevilla (España).

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    1. La oscuridad de Blanchot, en literatura,la de Lacan en psicoanálisis son estimulantes, y después de leer y leer te los apropias y eso da felicidad; en las obras de creación la luz y la oscuridad son tal vez necesarias. Sólo que si lees a Joyce o a Shakespeare el DESCONOCIMIENTO del contexto te los vuelve muchas veces impenetrables.
      Por otro lado, no me había yo percatado que me fatiga Pérez Galdos o balzac o Agustín Yáñez y creo que es por el ESTILO, en cambio Tolstoy lo leo siempre y me parece totalmente habitable.

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  3. No sé si por mi formación en la poesía, mi narrativa tiende a ser muy breve. No así lo que leo... Saludos y bienvenido.

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